La Visión Jibaricua
Por Raúl E. López Vergé
Un Plan Biblico Para el Desarrollo de Puerto Rico
"Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma." -- 2 Tes. 3:10
. COMIENZO .
. CONTENIDO .
. PRÓXIMA SEC. .
. COMENTARIO .
. CONTACTENOS .
... DONAR ...
.. COMPRAR ..
Indice
Autor
El Fundamento del Decálogo
Copyright 2012 por Raul E. Lopez, MD, MDiv


El principio más básico, y del cual emanan todas las leyes es el principio universal del amor. A Jesucristo le preguntaron varias veces cual era el principal mandamiento. En el evangelio según San Marcos 12:28-34 se recuenta la siguiente conversación:

28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? 29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. 32 Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; 33 y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. 34 Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.

El segundo de estos dos mandamientos se deriva del primero. La razón por la cual debemos amar a nuestro prójimo y a nosotros mismo es porque cada individuo esta creado con la imagen de Dios como parte integral de su existencia. El Apóstol San Juan en su primera epístola (4:20-21) dijo:

Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.

La razón, como explica Santiago (3:8-10), es que estamos hechos en la imagen y semejanza de Dios: Si bendecimos a Dios también deberemos bendecir a los hombres porque son hechos en semejanza de Dios.

Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.

Muchos piensan del amor como simplemente una atracción romántica. En el español más a menudo que la palabra 'amar' usamos la palabra 'querer.' Cuando alguien dice 'yo te quiero," lo que quiere decir es "yo te quiero para mí." La palabra 'querer' se enfoca en lo que uno quiere recibir no en lo que se da. El hombre que quiere a una mujer está interesado en lo que esa mujer le puede brindar a él.

El idioma Griego, en el cual se escribió la Biblia también tiene varias palabras para el amor. Uno es 'fileo' que quiere decir el cariño de familia. El amor romántico especialmente en su forma sensual se describe con la palabra 'eros.' Esta palabra nunca aparece en la Biblia. La palabra que se usa con más frecuencia en la Biblia es la palabra 'agape' que se refiere al amor que se sacrifica por el objeto de ese amor. Esta palabra a veces se traduce como 'caridad' y es un amor que se asocia más con la voluntad que con las emociones. Es el amor al cual se refieren los dos principales mandamientos mencionados previamente. Dios nos da el ejemplo de lo que significa este amor al mandar a su hijo a morir por nuestros pecados.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16).

Jesús les dijo a sus discípulos que el amor más grande es el dar su vida por otra persona

Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. (Juan 15:12-13).

El amor 'agape' es aquello que mueve una persona a dar de sí misma a otra persona. Está basado en la realidad de que lo que produce en nosotros verdadera felicidad es el dar, no solo el recibir. Pablo citando a Jesús dijo: "En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir." (Hechos 20:35).

Sin embargo, todo el amor del mundo no vale nada sin tener la sabiduría necesaria para saber amar. Una vez mi hija, cuando pequeña, encontró una oruga que se había caído de una planta y estaba caminando en el piso. Ella le cogió cariño a la oruga y la puso en un envase con varios tipos de hojas. Sin embargo se entristeció porque la oruga no comía y enflaquecía. Después de ponernos a hacer una búsqueda por internet encontramos que solamente comía la hoja de un árbol aromático que crecía a una cuadra de nuestra casa. Cuando fuimos a devolver a la oruga a su árbol favorito lo encontramos lleno de muchas otras orugas de la misma especie comiendo felizmente de sus hojas. El amor de mi hija hacia la oruga no era sabio, pues no conocía sus necesidades. Su amor le estaba causando daño. Así también, no es solamente importante tener amor hacia Dios y hacia el prójimo, tenemos que aprender como ejercer ese amor basándolo en un conocimiento de la naturaleza de Dios y del hombre. Eso es lo que encontramos en los diez mandamientos. Estos mandamientos son el amor multiplicado por la naturaleza de Dios y del hombre. Veremos ahora que quiere decir esto.

comienzo de la página