La Visión Jibaricua
Por Raúl E. López Vergé
Un Plan Biblico Para el Desarrollo de Puerto Rico
"Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma." -- 2 Tes. 3:10
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La Iglesia y Los Impuestos
Copyright 2012 por Raul E. Lopez, MD, MDiv


Es una de las realidades de la manera en que Dios ha diseñado las cosas, que el avance de la obra de la iglesia depende en algo tan mundano como el dinero. Por eso es que el tema del diezmo es un tema de gran importancia en la Biblia. Muchas veces la iglesia se estanca porque los cristianos han dedicado todo menos su billetera al Señor. Como los impuestos son un factor significante en el determinar cuánto dinero hay en esa billetera, el asunto de los impuestos es uno con importantes consecuencias espirituales para un pueblo.

Impuestos excesivos son una forma de esclavitud. Una persona que paga el 40% de su ingreso en impuestos es un esclavo el 40% del año. Esto es especialmente el caso cuando mucho de este dinero no se usa para proveer servicios a la población, sino que se malgasta sosteniendo a personas que no tienen interés por trabajar. Aunque es cierto que aún un esclavo puede servir al Señor, un hombre libre le puede servir mejor. Eso es la moraleja de la historia del éxodo y de las diez plagas. El Apóstol Pablo nos animó a buscar ser hombres libres. El dijo "¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte libre, procúralo más." (I Corintios 7:21). Como Puertorriqueños debemos buscar ser lo más libre posible.

Cuando se esclaviza el pueblo de Dios, los frutos de su labor se usan para promover el paganismo en sus variadas manifestaciones. Antes del éxodo los hijos de Israel estaban trabajando como esclavos, edificando ciudades y edificios para apoyar la religión politeísta y pagana del faraón. En tiempos más recientes, persecución económica fue una de dos estrategias de ataque que usó el Islam para destruir el Cristianismo en el medio oriente y en el norte del África. En todos los países que conquistaban, ellos hacían dos cosas. Primero, imponían un impuesto especial sobre los cristianos. Segundo, prohibían, bajo pena de muerte, que un musulmán se convirtiera al Cristianismo. Después de varios siglos esta estrategia convirtió al medio oriente Cristiano en la tierra del Islam. Lo triste es que los cristianos financiaron el crecimiento del imperio musulmán. Mientras los cristianos eran todavía la mayoría, o al menos una minoría significante, el imperio Islámico prosperaba. Sin embargo, cuando el Cristianismo desapareció, el imperio colapsó y se quebró en una multitud de sultanatos empobrecidos.

Algunos Califas sabios al fin de la época de gloria del imperio, especialmente en España, se dieron cuenta de esta paradoja. En el sur de España surgió un califato independiente con su capital en Córdoba. Durante la independencia de este califato los cristianos y los judíos gozaron de una relativa libertad. Como resultado surgió en el sur de España una época de oro en el cual Córdoba vino a ser probablemente la ciudad más grande del mundo con más de un millón de habitantes. Después de esto el reino musulmán en España fue conquistado por otros reinos musulmanes basados en el norte del África, los cuales seguían más estrictamente al Islam y poco a poco la proporción de cristianos (llamados mozárabes) en la población fue disminuyendo. Esto termino en la fragmentación de la España musulmán en pequeñas provincias, llamadas taifas, las cuales cayeron rápidamente a las fuerzas cristianas del norte y fueron finalmente absorbidos por los reinos Cristianos de España.

No se debe descontar el impacto nefasto de esta estrategia de imponerles a los cristianos impuestos altos y prohibir la evangelización. Solo en España pudieron los Cristianos re-conquistar terrenos perdidos al Islam. En esa situación quizás influenciaron factores geográficos y culturales. Con todo y eso cuando cayó el reino de Granada en el año 1492 eran muy pocos los Cristianos que quedaban en ese reino. Este patrón se repite de continuo. En los Estados Unidos y en Puerto Rico, una gran cantidad de dinero recaudado de impuesto sobre los cristianos (como miembros de la población en general) se usa para enseñar en una forma exclusiva la teoría de la evolución y el humanismo secular en las escuelas públicas. Ambos el humanismo y la teoría de la evolución son antitéticos a las enseñanzas de la Biblia.

No solo esto, pero en algunas escuelas se ha prohibido llevar la Biblia o usar símbolos religiosos de cualquier tipo. Sin embargo, cuando se estrellan las vidas de aquellos que viven sus vidas según los preceptos de la teoría de la evolución y del humanismo secular, entonces nos quitan aún más dinero para sufragar los gastos de un sistema inflado de supuesto bienestar público que se necesita para apoyar esas vidas destruidas. O sea, las bendiciones que Dios le da a los Cristianos como producto de nuestra obediencia a principios Bíblicos se nos quita por la fuerza y se usa para enseñar que lo que dice la Biblia no es cierto y para subsidiar las vidas destruidas que resultan como consecuencia de la desobediencia a lo que dice la Biblia.

El garantizar que la iglesia tenga la libertad necesaria para poder hacer su obra es una de las tareas más importantes de un gobierno Cristiano. Esto incluye la libertad económica. Como hemos explicado, un ingrediente esencial de la libertad económica es tener unas tazas de contribuciones bajas.

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