La Visión Jibaricua
Por Raúl E. López Vergé
Un Plan Biblico Para el Desarrollo de Puerto Rico
"Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma." -- 2 Tes. 3:10
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Copyright 2012 por Raul E. Lopez, MD, MDiv


El mundo se encuentra en una encrucijada. Estamos en medio de una recesión global de una magnitud que compara con la Gran Depresión de los 1930's. Es una recesión de una magnitud que solo viene cada 50-70 años. Esa última gran recesión, llamada la Gran Depresión resultó años mas tarde en la caída del imperio inglés, y la caída de Gran Bretaña de su posición como superpotencia mundial. Esta gran recesión está siendo alimentada por deficiencias en la economía y en la sociedad Estadounidense. Durante los últimos 60 años, los Estados Unidos habían sido el motor que había impulsado el avance de la economía mundial. Este motor o está desgastado o necesita serio mantenimiento.

Sin embargo, estos periodos de crisis también representan una oportunidad. Lo que funcionaba ya no funciona y se pone viejo. Las crisis son como un fuego en el bosque. Estos fuegos le dan oportunidad a que crezcan plantas nuevas y así ayudan a que el bosque se rejuvenezca. Esta recesión es una evidencia que los modelos del pasado ya no funcionan por estar sobrecargado de musaraña, pero también es una oportunidad para planear un nuevo rumbo para nuestro país. Sin embargo, el mundo secular carece de ideas. Es importante que nosotros como cristianos evangélicos estemos al frente de este cambio para asegurar que el rumbo que tomamos esté iluminado con sabiduría divina. El propósito de este libro es motivar a los cristianos evangélicos a participar en el proceso de gobierno de nuestro país y explorar lo que dice la sabiduría divina de la Biblia acerca del rumbo que debemos tomar.

Aunque las ideas presentadas en este libro se han venido desarrollando por toda una vida, los eventos de la última década, incluyendo el cierre del gobierno, la gran recesión, los gobiernos divididos, las acusaciones de corrupción contra varios políticos, han convencido a este autor de la responsabilidad que tiene de diseminar estas ideas que él piensa pudieran ser de bien para este pueblo. En este tiempo de crisis e ingobernabilidad pienso que es importante que todos aquellos que crean que Dios ha revelado su plan en la Biblia se dirijan a ella para encontrar la solución a esta crisis nacional crónica.

Muchas veces las crisis pueden representar caos y destrucción. Sin embargo, aunque pueden representar el fin de una era, también representan la oportunidad para comenzar una era nueva. Por los últimos sesenta años Puerto Rico ha seguido un plan económico y político específico y lo ha desarrollado al máximo. Este plan nos transformó de ser el país más pobre del hemisferio oeste a ser el país de habla hispana más rico del mundo. Sin embargo, como un cohete de varias fases, a esta fase se le ha acabado el combustible. Ahora tenemos dos opciones, o prendemos la próxima fase y seguimos nuestro trayecto, o tratamos de sacarle un poco más al plan que nos ha traído hasta aquí con el posible resultado que nos estrellaremos.

Este libro es, en parte, el resultado de una convicción desarrollada a través de una vida. Es la convicción que Puerto Rico es un país especial y que Dios tiene un propósito especial para nuestro país. Como parte de este propósito especial Dios nos ha dado un reto que pocos países tienen. Una parte importante de este es el reto de la identidad propia. Puerto Rico es la última colonia, y es colonia por voluntad propia, porque prefiere ser colonia. Si fuésemos más grande seríamos independientes, si fuésemos más pequeños habríamos sido absorbidos por nuestros vecinos y habríamos perdido nuestra identidad. Si hubiésemos sido menos poblado, los Norte Americanos se hubiesen asentado en la isla y hubiésemos venido a ser como Hawái. Hawái era un reino independiente con su propio idioma y cultura, pero ciudadanos Americanos se apoderaron de las islas, las anexaron a los Estados Unidos y el Hawaiano ha venido a ser una pequeña minoría dentro de su propio país.

A Puerto Rico el Norte Americano no viene porque somos demasiados en número y no nos puede dominar en nuestra tierra. Al Anglo Americano no le gusta ser minoría, quiere mandar. Aún con el libre acceso que tenemos a los Estados Unidos, Puerto Rico es unos de los lugares más densamente poblado del mundo. Es el país con el consumo más alto de electricidad por milla cuadrada en el mundo. Desde el espacio Puerto Rico brilla como un diamante en la noche terrestre. Aunque algunos piensan que este consumo eléctrico es un derroche, es, al contrario, un testimonio a nuestra prosperidad. Es posible que seamos el país con más riquezas por milla cuadrada. Esto no quiere decir que somos la gente más rica del mundo, en ningún sentido, pero somos unos de los pocos países que combinamos una alta densidad poblacional con un alto nivel de vida.

Nos gusta nuestro país, porque no hay ninguno como él. Muchos nos vamos, pero muchos nos quedamos, y muchos de los que se van vuelven. En contraste a Cuba y Santo Domingo, somos un país hibrido porque retenemos lo mejor de la cultura Latino-Mediterránea, pero hemos absorbido mucho de las cualidades que han hecho exitosa a la cultura Anglo-Germánica, y la hemos sazonada con lo mejor del África y de las culturas Indígenas. Definitivamente somos un país especial, no hay ninguno como nosotros.

Si uno cree que Dios es soberano y que tiene un propósito para todo lo que ha creado, uno podría inferir que el hecho de que Dios haya puesto a Puerto Rico en una situación tan especial significa que El tiene un propósito muy especial para nuestra isla. Una que podría conllevar grandes privilegios. Sin embargo, este es un propósito que el pueblo tiene que esforzarse por descubrir. Ningún privilegio viene de gratis. Todo éxito es el resultado de sacrificio, esfuerzo, y de análisis y planificación cuidadosa. Si nuestro pueblo no logra descubrir este plan o no logra sobreponer los obstáculos que se interponen en el plan de Dios, nuestro pueblo nunca podrá lograr su propósito y terminaremos como ciudadanos de segunda categoría dentro de nuestro propio país, habiendo perdido nuestra identidad, nuestra herencia y nuestro propósito divino.

En cierto sentido somos como Israel. Israel era un pueblo esclavizado dentro de otro pueblo. Sin embargo, Dios tomo esta nación de esclavos y los libró con el propósito de hacerlos un pueblo especial que El pudiera usar para bendecir al resto del mundo. Dios quería que ellos fueran una nación modelo que pudiera ser un ejemplo para el resto del mundo. Es la convicción de este autor que Dios quiere usar a Puerto Rico como una nueva Israel. Un país modelo que El pueda usar para bendecir al mundo y que Dios a la vez bendiga en una forma especial.

Por lo tanto, el propósito de este libro es presentarles un reto a los cristianos de Puerto Rico. Este reto es de convertir a Puerto Rico en un país modelo, un país verdaderamente Cristiano, un país que sea una nueva Israel, en una ciudad luminosa asentada sobre un monte, que brille como un ejemplo en el mundo. Este es el reto que nos da el Señor Jesucristo en Mateo 5:14. El mundo nunca ha visto un país verdaderamente Cristiano cuyas leyes se basan en leyes Bíblicas. Aún el mismo Papa actual, Benedicto XVI, afirma que el catolicismo Romano es una síntesis entre la religión de la Biblia y la filosofía greco-romana, como veremos más en detalle luego. Esto quiere decir que la Iglesia Romana promueve una mezcla de leyes Romanas y leyes Bíblicas.

Los reformadores protestantes, aunque trataron de purificar la religión Cristiana, en el ámbito de las leyes seculares mantuvieron esta mezcla basada en la antigua ley del imperio Romano, aunque le cambiaron el nombre a ley natural. Los fundadores de las colonias de Nueva Inglaterra se acercaron más que ningún otro grupo a establecer países verdaderamente Cristianos, pero al poco tiempo fueron absorbidos como parte de la Nación Norte Americana, la cual es una síntesis entre el Cristianismo, la tradición Romana y la filosofía Masónica.

Crear un país Cristiano quizás parece una tarea imposible, pero solo requiere dos cosas, conocimiento y obediencia. Solo los verdaderos cristianos, aquellos que leen y obedecen la Biblia, pueden darle una dirección correcta a nuestro país. Jesús se refirió a sus discípulos como la sal de la tierra y la luz del mundo (Mateo 5:13-16). Sin luz nadie puede ver, y en esos días, sin sal, las carnes se dañaban. Un país sin una influencia Cristiana Bíblica es un país ciego y corrupto. El propósito de este libro es presentar principios de la Biblia que debemos tomar en cuenta cuando planeamos el futuro de nuestro país.

Este libro es una visión en tres sentidos de la palabra. Es una visión porque trata de predecir el futuro por medio de un análisis de profecías que pudiesen iluminar el futuro de Puerto Rico. Es una visión en sentido de ser un plan de trabajo que podemos seguir para desarrollar a nuestra isla. Sin embargo, quizás de manera más importante, es una visión porque presenta un deseo, que Puerto Rico sea una nación ejemplar usada por Dios para ser una luz al mundo. Ya de noche, desde el espacio, Puerto Rico es quizás el punto más brillante sobre el planeta. En cuanto a consumo eléctrico por milla cuadrada somos la luz del mundo. Ahora necesitamos ser la luz del mundo en el sentido espiritual y social. Le animamos a que se una a nosotros en tratar de establecer este país Cristiano en nuestra isla y así asegurarnos las bendiciones que esto producirá para nosotros y para nuestros hijos y nietos.

Muchos cristianos no quieren participar en el proceso político porque piensan que es un proceso sucio y que el participar en la política contamina al cristiano. Piensan que somos ciudadanos del cielo y no ciudadanos de nuestros diversos países. Sin embargo, Jesús mismo dijo "Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él." (Marcos 12:17). Por si alguno dudare la importancia de este dicho, se repite también en Mateo 22:21 y Lucas 20:25.

Lo que le corresponde al César no es solo tributo, sino participación y fiscalización. Juan el Bautista, el precursor y primo del Señor Jesucristo se vio obligado a reprender las acciones del Rey Herodes, aunque esto le costó su vida. "Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer. Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano." (Marcos 6:17-18). La manera en que nosotros fiscalizamos a nuestros gobiernos es a través del voto. Sin embargo, para poder fiscalizar en una manera sabia y Bíblica, tenemos que conocer lo que exige la Biblia.

La primera parte de este libro es un análisis de pasajes proféticos que describen eventos que pueden afectar a Puerto Rico en el futuro cercano. La segunda parte es un análisis de pasajes Bíblicos de carácter legal que presentan principios de buen gobierno. La tercera parte consiste de un plan de acción para implementar las conclusiones derivadas de estos pasajes proféticos y legales. A través de sus páginas contestaremos preguntas como "¿Se encuentra Puerto Rico mencionado en la Biblia?" "¿Cual es el futuro de los Estados Unidos?" pero especialmente "¿Cual es el fundamento de la prosperidad nacional?"

Le animo que se esfuerce por leer este libro y que tenga el valor de votar por aquellos quienes más interés demuestren por usar principios Bíblicos para desarrollar a Puerto Rico. Al que no tenga tiempo de leer el libro entero, se le anima que busque un capítulo que toque un tema que le interese y comience por ahí. Después se le invita a que siga leyendo otros capítulos hasta que termine el libro entero.

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