La Visión Jibaricua
Por Raúl E. López Vergé
Un Plan Biblico Para el Desarrollo de Puerto Rico
"Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma." -- 2 Tes. 3:10
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La Nueva Frontera
Copyright 2012 por Raul E. Lopez, MD, MDiv

El primer mandato que le dio Dios a Adán es que llenara y dominara la tierra. "Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra." (Génesis 1:28). Dios creó a la humanidad con la tarea y la necesidad de expandirse y de conquistar su medio ambiente. Hoy en día ya no quedan nuevas fronteras y territorios vacíos en nuestro planeta tierra. Tenemos una población de 7 billones de personas viviendo en un planeta con una cantidad de tierra de 148,940,000 km2. Esto equivale a 40 personas por kilometro cuadrado o a seis cuerdas por persona. Estas seis cuerdas tienen que incluir casa, trabajo, espacio para agricultura, para extracción de minerales, transportación y diversión. Mucho de este terreno, quizás hasta la mitad, no se puede utilizar por ser desierto, montañas o jungla lo cual nos deja como tres cuerdas por persona. Sin dudad, esto crea una falta de recursos. En Puerto Rico hay 430 personas por kilometro cuadrado casi 10 veces el promedio mundial, lo cual nos da un poco más de media cuerda por persona. Es por esto que tenemos que importar mucho de lo que consumimos.

A demás de esto algunos de los recursos en los cuales dependemos, como seres humanos, están siendo consumidos y pronto comenzarán a escasear. Entre estos recursos está el petróleo. Se estima que ya se ha sacado la mitad de todo el petróleo que contenía el planeta. La mitad que queda es la mitad difícil de sacar. Esto significa que el precio del petróleo continuará subiendo. Otro recurso que escasea son los llamados elementos de las tierras raras. Estos son unos metales pesados que se usan para producir productos de alta tecnología como imanes de alta potencia para motores pequeños, elementos de baterías, componentes de pantallas de televisión, cristales para láseres, aliados con propiedades catalíticas, cristales para detectar microondas y muchas otras aplicaciones. Aunque estos metales no son raros de por sí, solo hay unos pocos yacimientos que contienen una concentración suficientemente alta para extraerlos a bajos costos. A medida que estos yacimientos se agotan, los precios de estos productos subirán. Para extraer estos metales de yacimientos de menor calidad se consume más energía, otro recurso que comienza a escasear.

Hay algunos que quieren solucionar este problema mediante una reducción drástica de la población del mundo a no más de un billón o aún mejor, hasta medio billón. Sin embargo, esto está diamétricamente opuesto al mandato de Dios que nos mandó: "Fructificad y multiplicaos." Una población que se está disminuyendo en números tendrá mucha dificultad de avanzar en tecnología. Mucha de la creatividad Estadounidense y Europea fue resultado de expansión a territorios nuevos. Esto hace difícil seguir la segunda parte del mandato, de "sojuzgar la tierra" Una población en decadencia numérica o aún estática, no puede cumplir el propósito de Dios para la humanidad.

Sin embargo, ya no quedan nuevos continentes por llenar, excepto Antártida, pero Antártida es un océano congelado. Está compuesta de hielo, o sea, agua, no de tierra. Dios nos dijo que llenáramos la tierra. Así mismo, hay muchos recursos marinos que debemos desarrollar, pero los mares tampoco representan tierra. Sin embargo, sí existen más tierras por llenar, llenas de valiosos recursos, pero estos existen fuera de nuestro planeta, en los otros cuerpos celestes de nuestro sistema solar. Dios nos mandó a expandirnos como raza; como ya hemos llenados los bordes más distantes de nuestro planeta, me parece lógico que sea la intención de Dios que sigamos expandiéndonos a través del sistema solar, usando sabiamente los recursos que encontremos a nuestro alcance.

Muchas personas, cuando piensan de colonización espacial piensan en películas y programas de ciencia ficción en la televisión como Star Wars y Star Trek. Sin embargo, el sistema solar contiene vastas cantidades de recursos que se pueden usar para crear estructuras habitables cómodas y aún lujosas en la superficie de varios planetas o en estaciones espaciales en órbita. El espacio nos brinda la habilidad de recoger vastas cantidades de energía del sol en maneras que nos son posibles en la superficie de la tierra, usando espejos de materiales ultra finos. Estos espejos solo pueden existir en el vació del espacio donde las fuerzas gravitacionales son insignificantes.

Esta energía se puede usar para transportación y para extraer vastas cantidades de riquezas minerales que se encuentran en los asteroides, las lunas y los planetas del sistema solar. Estas riquezas, no solo se pueden usar en el espacio, también se pueden transportar a la tierra y ser vendido a una ganancia. A medida que la población de la tierra siga en incremento y el terreno, los minerales, y la energía se hagan más escasos y valiosos, los recursos del espacio parecerán ser más valiosos. Todos los tres recursos (tierra, materia y energía) se pueden vender a una ganancia a los habitantes de la tierra usando la tecnología que tenemos a nuestra disposición en el presente. Mejorías tecnológicas harían que estos recursos fueran aún más provechosos. La tecnología ya existe, solo necesitamos una inversión inicial.

Los primeros pasos en esta dirección ya están ocurriendo. El costo más grande asociado con conseguir acceso al espacio es el de llegar a una órbita alrededor de la tierra. Después de llegar a órbita es posible ir a casi cualquier lugar en la parte central del sistema solar con poco costo si uno tiene el equipo correcto. Hasta el momento, ya ha habido varios individuos que han pagado pasaje hasta la Estación Espacial Internacional. Hasta diciembre 2010 siete personas han llegado a órbita pagando su propio pasaje. La persona más reciente fue el canadiense Guy Laliberté quien pagó aproximadamente $40,000,000 USD para un pasaje en el cohete ruso Soyuz. El pasaje también incluía una estadía de ocho días en la Estación Espacial Internacional (Kenneth Chang, "Boeing Plans to Fly Tourists to Space," New York Times, September 15, 2010, http://www.nytimes.com/2010/09/16/science/space/16nasa.html). Con la infraestructura correcta un boleto para llegar al planeta Marte costaría solo un poco más.

La administración del presidente Jorge W. Bush en el 14 de julio del 2004 anuncio un programa para mandar hombres al planeta Marte y traerlos de nuevo a la tierra. Ellos estimaron el costo de este programa estar entre un medio a un trillón de dólares (millón de millones). (James Oberg, "Bringing space costs back down to Earth," Space on MSNBC.com, April, 27, 2004, http://www.msnbc.msn. com/id/4031857/ns/technology_and_science-space/). En contraste, el programa Apollo, cuyo resultado fue poner a seis hombres sobre la superficie de la luna costo un total 25.4 billones de dólares (miles de millones) en los 1960s. Esto equivale a aproximadamente $170 billones de dólares en el 2005. (Wikipedia, s.v. "Project Apollo," accesado 3 de mayo del 2011, http://en.wikipedia.org/wiki/ Project_Apollo#Program_costs_and_cancellation).

Sin embargo, en este plan diseñado por NASA, la gran parte de este costo envuelve el levantar de la tierra el combustible que devolverá a los astronautas de la superficie del planeta Marte a la Tierra. Veamos este fallo en más detalle: después que los astronautas terminen de explorar la superficie de Marte, van a necesitar un cohete que los levante de la superficie del planeta y los ponga en órbita. El combustible que se necesita para lograr esto es de una cantidad considerable, pues el planeta Marte tiene un campo gravitacional bastante grande que hay que vencer. En el plan de NASA, este cohete y todo su combustible hay que primero levantarlo de la superficie de la Tierra, lo cual envuelve un costo enorme. Después tiene que acompañar a los exploradores a la órbita de Marte y después a la superficie del planeta donde se consumirá devolviendo los exploradores a órbita. Hacer las cosas de esta forma es ridículamente caro.

Sin embargo, si la meta es utilizar los recursos del sistema solar para el bien de la humanidad en una forma costo efectiva, hay otras opciones que requieren una inversión mucho menor. El planeta Marte tiene dos lunas pequeñas llamadas Fobos y Diemos. Estas lunas, por ser pequeñas, tienen un campo gravitacional pequeño y, por lo tanto, toma muy poca energía aterrizar y despegar de estas lunas. Esto hace que los recursos que se encuentran en estas lunas sean entre los más accesible del sistema solar. Sería posible construir estaciones automatizadas sobre estas lunas para extraer hierro, aluminio, metales raros, vidrio y oxigeno. Es posible que estas lunas contengan hielo en sus profundidades y en ese caso se podría extraer agua e hidrogeno para hacer combustible. Estos recursos se podrían traer a la órbita de la tierra donde podrían usarse para construir vehículos y combustible para llevar seres humanos a las lunas de Marte y después a la superficie del planeta Marte. Además, es muy probable que estas lunas contengan fragmentos de meteoritos metálicos en su superficie, y estos objetos tienen un alto contenido de metales preciosos y raros. Esto se puede bajar a la Tierra y venderse a una ganancia, y se podría usar para financiar esta aventura exploratoria. De esta misma forma España financió la conquista del nuevo mundo, a través de la venta de metales preciosos que encontró en las Américas, comenzando por Puerto Rico. Es por esto que Puerto Rico tiene su nombre, pues fue el primer lugar donde España encontró oro.

Para evitar tener que bajar combustible a la superficie del planeta Marte para el viaje de retorno, este combustible se podría producir sobre ese mismo planeta usando un pequeño reactor nuclear para producir combustible usando el bióxido de carbono que se encuentra en la atmósfera del planeta. Sería un reactor nuclear pequeño parecido a los que se usan en los submarinos y porta aviones. Como el reactor no se usaría hasta llegar al planeta, no habría peligro de regar contaminación en caso de que el cohete que lo alce de la tierra tenga un problema y estalle en la atmósfera de la Tierra. El uranio que se usa en los reactores nucleares ocurre naturalmente y tiene un nivel de radioactividad muy bajo en su estado puro. Hace un siglo el uso más importante del uranio era como tinte de vidrio, pues el oxido de uranio le da un lindo tinte amarillo verdoso a envases de vidrio. Este vidrio se le llama vidrio de vaselina por su color y se ha usado desde los tiempos Romanos. Este vidrio se considera ser seguro y muy poco radioactivo. (Wikipedia, s.v. "Uranium Glass," accesado 7 de mayo del 2011, http://en.wikipedia.org/wiki/Uranium_glass). Los altos niveles de radioactividad solo se producen después que el reactor se pone en operación y ha estado operando por algún tiempo. Por lo tanto, la destrucción por explosión de un reactor nuclear que nunca se ha usado básicamente no produce radiación.

Eventualmente, para que la explotación de recursos extraterrestres fuese viable habrá que usar cohetes nucleares. La energía nuclear viene en una forma mucho más concentrada que la química, y, por lo tanto, es mucho más liviana. Tratar de accesar el espacio usando cohetes químicos como los que tenemos ahora es como tratar de volar un avión usando una máquina de vapor. El viaje aéreo no fue posible hasta que se inventó el motor de combustión interna porque era más potente y más liviano. Ya se han desarrollado y probado motores nucleares para cohetes. Entre los años 1955 al 1972 el gobierno de los Estados Unidos hizo pruebas con motores nucleares en un proyecto llamado "Rover." Este era parte de un plan para desarrollar un cohete nuclear llamado NERVA el cual se proyectaba que reemplazaría al cohete Saturno V en el plan de mandar hombres al planeta Marte. Este motor nuclear, designado el NRX/XE, se desarrollo al punto de estar en un estado de completo funcionamiento y se certifico estar listo para ser incorporado en esta misión al planeta Marte. (Wikipedia, s.v. "NERVA," accesado noviembre del 2010, http:\\en.wikipedia.org/wiki/NERVA) y (Wikipedia, s.v. "Project Rover," accesado noviembre del 2010, http://en.wikipedia.org/wiki/ Project_Rover). Sin embargo, presión política y la falta de visión y de metas claras para la colonización del espacio causó que estos proyectos fuesen terminados. Sin embargo, esto demuestra que es posible construir cohetes nucleares aún usando la tecnología de hace más de medio siglo. Eventualmente alguien o algún país va a darle buen uso a esta tecnología que está durmiendo, y entonces la colonización del espacio despegará. Debemos estar listos para tomar ventaja de esta oportunidad.

La colonización del sistema solar extraterrestre sería un proyecto que tendríamos que compartir con otros países, preferiblemente con los países Latino Americanos y España. Sin embargo, hay proyectos de exploración espacial sencillos que podríamos financiar nosotros mismos o en conjunto con unos pocos países. Un proyecto sencillo consistiría en mandar un aparato espacial con sensores que pudiese determinar si las lunas de Marte contienen una atmósfera tenue. Si aun se encuentran algunas pocas moléculas de vapor de agua o de bióxido de carbono, esto pudiese indicar que estas lunas contienen depósitos de hielo subterráneo. Otro estudio podría consistir en conducir un análisis químico del polvo que yace sobre sus superficies. Eventualmente la humanidad se extenderá a través del sistema solar y depende de nuestras decisiones el determinar si vamos a ser participantes o espectadores.

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